A menos de una semana de las elecciones legislativas nacionales, en el Partido de La Costa se percibe escasa actividad de campaña por parte de los principales espacios políticos. La presencia en la vía pública, las caminatas, charlas o intervenciones en medios locales han sido limitadas, lo que genera un escenario de baja visibilidad política en comparación con otras elecciones recientes.
Entre los pocos espacios que mantienen una actividad más sostenida se destacan La Libertad Avanza, con Roxana Cavallini al frente, y Fuerza Patria, ambos con intereses claros de consolidar su base electoral rumbo a 2027.

Desde La Libertad Avanza, Cavallini busca fortalecer su capital político en la provincia de Buenos Aires, donde se postula como candidata a diputada nacional. Aunque sus posibilidades de ingresar al Congreso son prácticamente nulas debido a la ubicación en la lista, su presencia constante y su rol como referente del espacio libertario en la región apuntan a proyectarla políticamente en la provincia y consolidar un liderazgo interno.
“Vinimos a construir algo que trascienda esta elección, el trabajo recién empieza”, ha dicho en entrevistas previas. Su esfuerzo actual está centrado en la organización de fiscales y la formación de jóvenes militantes para que funcionen como multiplicadores del mensaje libertario en el distrito.
Por su parte, Fuerza Patria, con presencia activa en redes sociales y encuentros comunitarios, busca también posicionarse como una alternativa con estructura territorial, apostando a sostener el caudal electoral obtenido en las PASO.
Revalidar territorios y ajustar estrategias
Para el resto de los espacios políticos, la elección aparece como una prueba silenciosa. Con menos exposición pública, los aparatos tradicionales tendrán el desafío de revalidar su presencia territorial en un escenario de menor participación probable. La campaña de bajo perfil sugiere que muchos dirigentes apuntan más a mantener posiciones que a disputar protagonismo en esta elección intermedia.
Con un electorado disperso y sin clima electoral fuerte, todo indica que el peso de la fiscalización, la movilización interna y la capacidad de sostener el voto propio serán claves para definir los resultados. Además, una baja participación podría modificar los equilibrios entre fuerzas, beneficiando a quienes logren activar su base en el tramo final.