Cristina Kirchner se lanza en la Tercera Sección y reordena el mapa del peronismo bonaerense
En una jugada política que nadie anticipaba del todo, Cristina Fernández de Kirchner confirmó que será candidata a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral, una región clave del conurbano bonaerense que históricamente ha sido bastión del kirchnerismo. La decisión de la dos veces presidenta sacude al peronismo bonaerense, tensiona las internas y plantea interrogantes sobre su rol futuro dentro del tablero político nacional.
La postulación llega en un contexto de incertidumbre y disputas dentro del PJ, particularmente en la provincia de Buenos Aires, donde el gobernador Axel Kicillof busca consolidar su liderazgo y retener el control de las estructuras territoriales, apoyado por un grupo de intendentes fuertes del conurbano.
¿Cristina candidata por la Tercera? La legalidad detrás de la sorpresa
El anuncio generó sorpresa también por una cuestión técnica: CFK no reside en la Tercera Sección. Tiene domicilio en Santa Cruz, vive en Recoleta (CABA), y nació en La Plata, ciudad que forma parte de la Octava Sección Electoral. Sin embargo, ni la Constitución ni la legislación electoral bonaerense impiden postularse fuera del lugar de residencia. Por lo tanto, su candidatura es legal.
Qué representa la Tercera Sección
La Tercera Sección Electoral es la más poblada de la provincia, y abarca 19 municipios estratégicos del sur del conurbano, incluyendo La Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes, Almirante Brown, Avellaneda y Florencio Varela. Este distrito concentra a más de 5 millones de electores, el mayor padrón de la provincia.
Elige 18 diputados provinciales y 9 senadores, en proporción directa con los votos obtenidos. En este terreno fértil para el kirchnerismo, la irrupción de CFK puede representar una fuerza movilizadora… o un nuevo frente de conflicto.
¿Une o divide? La reacción de los intendentes
Para los intendentes alineados con Axel Kicillof, la llegada de CFK a la boleta provincial es un golpe directo a sus planes políticos. Figuras como Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada) y Mariano Cascallares (Almirante Brown), deberán repensar estrategias.
¿Competir contra Cristina o negociar? Esa es la pregunta. La ex presidenta puede arrastrar votos, pero también condicionar las listas y desplazar liderazgos locales. En ese sentido, su figura puede ser tanto unificadora como disruptiva, según cómo se den las alianzas de cara al cierre de listas.
La Quinta Sección y el Partido de La Costa: otro escenario en disputa
Aunque el foco está puesto en la Tercera, el efecto Cristina también se siente en la Quinta Sección Electoral, que incluye distritos como General Pueyrredón (Mar del Plata), Tandil, Necochea, y el Partido de La Costa, donde el peronismo ha tenido avances pero no consolida un liderazgo claro.
La Quinta elige 11 diputados y 5 senadores provinciales, y tiene un padrón de alrededor de 1.2 millones de votantes. En esta región, donde el voto está más repartido y hay fuerte presencia de Juntos por el Cambio y libertarios, la figura de CFK no necesariamente suma. Algunos sectores del peronismo más moderado temen que su candidatura refuerce la polarización y complique alianzas locales con sectores independientes o vecinalistas.
En el Partido de La Costa, gobernado por Juan de Jesús, el kirchnerismo tiene raíces históricas, pero enfrenta una disputa con sectores peronistas no alineados. Allí, el efecto Cristina también genera tensiones: para algunos, puede ayudar a traccionar votos, pero para otros, puede alejar sectores claves del electorado turístico y comercial, más moderado.
Una estrategia de fondo: recuperar poder desde el sur
Más allá de la banca legislativa, el movimiento de CFK parece tener un objetivo mayor: reordenar el peronismo desde el corazón del conurbano. La Tercera no es solo una sección electoral, es el núcleo simbólico y territorial del kirchnerismo duro. Desde allí, Cristina busca influir en el armado político provincial y posiblemente, preparar el terreno para el próximo ciclo nacional.
La pregunta sigue abierta: ¿Cristina une o divide? La respuesta dependerá de si logra integrar a los actores locales o si genera una nueva grieta dentro del PJ bonaerense.