Este sábado, artistas y vecinxs se reunieron en Honorato para una noche de poesía, música y memoria colectiva en el camino hacia el FLIPPAS 2025.
Aunque cueste ponerlo en palabras, el FLIPPAS del sábado en Nueva Atlantis fue mucho más que un encuentro artístico. Fue un festejo colectivo, una ceremonia de la palabra, del arte y de la libertad. Una verdadera antesala del gran festival de diciembre, que ya promete otra edición inolvidable.
Con el lema “Palabras al mar, palabras al bosque”, la jornada comenzó a las 20 hs. en el flamante espacio Honorato (Quinteros 2897), que abrió sus puertas al arte y estuvo, según los propios organizadores, “a la altura de las circunstancias”.

Hubo de todo: piezas de metal, cerámica, reciclado y papel, obras únicas creadas por manos de artesanxs de Nueva Atlantis, Mar de Ajó y Aguas Verdes. Cuadernos artesanales, joyas y cuadros dieron marco a una velada que combinó lo visual con lo sonoro y lo literario.
La música llegó con Ensamble 4, que tocó y cantó con sensibilidad exquisita canciones de raíz argentina y latinoamericana. Las chacareras, gatos y ritmos cubanos se mezclaron con los cuerpos en danza, y la emoción se instaló entre quienes vinieron con ganas de celebrar.
Pero fue la palabra la gran protagonista de la noche. Se leyeron poemas contra el genocidio en Palestina, contra el femicidio y la violencia narco, hubo textos sobre el amor, la lucha, la calle, y la vida misma. Se recordó al querido poeta Horacio Gómez, figura central de la Maratónica de Poesía de Mar de Ajó. Participaron escritorxs con trayectoria y jóvenes poetas con una fuerza conmovedora.
También hubo micrófono abierto, y entre el público, trabajadoras y trabajadores de la panadería y la construcción, que fueron parte y a quienes el festival les rindió homenaje: “un verdadero honor”, dijeron desde la organización.
El FLIPPAS —Festival Independiente de los Gobiernos por la Libertad de la Palabra— ya mira hacia adelante: la edición anual será el 5, 6, 7 y 8 de diciembre.
En tiempos de censura, retroceso cultural y discursos de odio, este espacio autogestivo y abierto es, sin duda, una trinchera viva. Y como dijeron lxs organizadores al cerrar la noche:
“Somos el festival independiente de los gobiernos. Y por eso, tenemos la palabra en libertad.”