La candidata a primer concejal por Libertad Avanza, Marcela González, fue víctima de un hackeo a su cuenta de WhatsApp. Usando su perfil y foto, los delincuentes comenzaron a pedir dinero a sus contactos con mensajes que, en plena campaña, levantaron más sospechas que un sobre cerrado en la puerta de un comité.
Al principio, González no advirtió lo que ocurría, pero los comentarios de allegados la alertaron: algo no andaba bien cuando, de repente, la candidata que promete “bajar impuestos” aparecía pidiendo “una transferencia urgente”.
Entre la estafa y la rosca
Algunos contactos, con la malicia que da la política local, se preguntaron si el pedido era parte de una movida de recaudación para asegurarse un lugar en la lista. La respuesta fue unánime: nadie puso un peso, y el único aporte que recibió la candidata fueron chistes sobre el episodio.
La propia González aclaró que se trató de una maniobra delictiva ajena a su campaña y que ya tomó medidas para recuperar el control de su cuenta.
Promesas y sospechas
La historia terminó sin víctimas de la estafa, aunque dejó flotando una ironía entre los pasillos políticos: si en cuatro años los votantes no sienten que les vaciaron el bolsillo con las promesas incumplidas, el hackeo quedará como una anécdota graciosa.
Por ahora, el único “cobro” confirmado fue el de la paciencia de la candidata. El resto… que lo decidan las urnas.