A pocos días del inicio del fin de semana largo de Semana Santa, el panorama turístico en el Partido de La Costa se presenta con incertidumbre y niveles de reservas más bajos que los esperados. Según la Cámara de Hoteles de la zona centro, hasta la semana pasada las reservas no superaban el 20%, un número que refleja la cautela del visitante y una marcada tendencia a las decisiones de último momento.
Desde el sector reconocen que el factor climático será clave para definir el movimiento, especialmente por la cercanía geográfica con la Ciudad de Buenos Aires, el principal emisor de turistas del país. Un pronóstico favorable podría traducirse en un repunte de viajes espontáneos, algo habitual en este tipo de fines de semana.
En paralelo, la actividad gastronómica también se prepara con moderación. Aunque se espera una afluencia de turistas, varios establecimientos evalúan ajustar los precios de sus cartas ante los aumentos sostenidos en el rubro alimenticio, lo que podría impactar en la demanda.
Para contrarrestar la baja en las reservas y reactivar el interés, esta semana la Secretaría de Turismo local presentará un programa de ofertas y promociones, con descuentos en alojamientos, gastronomía y actividades recreativas. La medida busca estimular el turismo interno y posicionar al Partido de La Costa como una opción atractiva para escapadas cortas.
Mar del Plata, Villa Gesell, Pinamar y otros destinos de la Costa Atlántica también enfrentan desafíos similares, aunque algunos muestran mejores cifras de reservas, en especial en alojamientos de mayor categoría. A nivel nacional, plataformas como Airbnb destacan a Mar del Plata entre los destinos más buscados, junto con Bariloche, San Martín de los Andes y Puerto Iguazú.
Una realidad compleja para el turismo costero
Aunque la Semana Santa es históricamente una oportunidad para el turismo local, el contexto económico argentino actual plantea obstáculos importantes. La presión sobre los ingresos, el encarecimiento del consumo y la incertidumbre frente a medidas macroeconómicas recientes como la salida del cepo cambiario, afectan directamente al movimiento turístico.
En este escenario, destinos como el Partido de La Costa, que dependen en gran medida del turismo de clase media y jubilados, enfrentan una temporada baja desafiante. La recuperación del sector dependerá no solo del clima o las promociones, sino también de una reactivación real del poder adquisitivo de los argentinos.