¿Radares o infraestructura? Mejoras viales y el debate sobre las cámaras en General Lavalle
on la llegada del verano, los radares de velocidad sobre la Ruta 11 vuelven a encender la polémica. Este año, los dispositivos están ubicados en los kilómetros 332 (acceso a Costa del Este) y 341 (acceso a San Bernardo), ambos en jurisdicción de General Lavalle. Sin embargo, mientras los conductores enfrentan multas y reclamos, un lector de La Costa propone una mirada diferente: ¿y si en lugar de cámaras, la solución pasa por mejorar la infraestructura vial?
El negocio de las multas: ¿quién gana y quién pierde?
Es importante aclarar que las cámaras de velocidad son contratadas por la Municipalidad de General Lavalle, que terceriza el servicio con una empresa que gestiona los dispositivos y las sanciones. La recaudación de estas multas, por lo tanto, va directamente a las arcas del municipio vecino.
Mientras tanto, en el Partido de La Costa, los residentes y comerciantes se quedan con el malestar de los conductores multados, quienes, al recibir la notificación, suelen asociar la infracción con las localidades costeras, y no con General Lavalle. Esta confusión no solo genera tensiones injustificadas, sino que también perjudica la imagen de la región turística en pleno auge de la temporada alta.
¿Infraestructura antes que cámaras? La propuesta del lector
Un lector del Partido de La Costa sugiere que la prioridad debería ser una mejora estructural en los accesos y rutas de la región en lugar de medidas recaudatorias como los radares. Entre sus propuestas destacan:
- Rotondas en los accesos
El lector propone construir rotondas en los puntos conflictivos, como en Mar de Ajó, para ordenar el tránsito de manera eficiente y segura. Este tipo de infraestructura no solo reduce la velocidad de manera natural, sino que también disminuye los riesgos de accidentes en intersecciones transitadas. - Colectoras y un corredor interno
Actualmente, el Partido de La Costa carece de colectoras que permitan separar el tráfico local del que atraviesa la región. La creación de un corredor interno que conecte las localidades costeras, similar al modelo de otras ciudades turísticas, facilitaría el tránsito y reduciría la presión sobre la Ruta 11. - Vías separadas, retornos intermedios y mejor iluminación
El tramo San Clemente–Mar de Ajó podría rediseñarse con vías separadas por guard-rail, retornos intermedios más frecuentes y una iluminación adecuada, como sucede en el tramo Santa Clara–Mar del Plata. Estas medidas mejorarían la seguridad vial, especialmente durante la noche, y harían más eficiente el flujo vehicular.
Un debate necesario
La propuesta del lector plantea un punto válido: la seguridad vial no debería depender exclusivamente de medidas sancionatorias como los radares. En cambio, se podría priorizar una inversión en infraestructura que beneficie tanto a los residentes como a los turistas que visitan la región.
A corto plazo, sería ideal que los municipios de General Lavalle y La Costa trabajen en conjunto para evitar malentendidos sobre las multas y, a la vez, planifiquen mejoras que reduzcan la dependencia de dispositivos recaudatorios.
Después de todo, el objetivo no debería ser llenar las arcas municipales a costa de los conductores, sino garantizar rutas seguras y eficientes que potencien el turismo y la calidad de vida en la Costa Atlántica. Mientras tanto, a los conductores no les quedará más remedio que levantar el pie del acelerador… o comprar tortitas negras para endulzar el disgusto.