Se cumplen 30 años del femicidio de María Soledad Morales
El nombre de María Soledad Morales no sólo representa una mujer asesinada por hombres que creían ser dueños de su cuerpo y sus decisiones sino que también fue parte de una serie de actos totalmente impunes y encubridores de varones heterosexuales, blancos, católicos y con poder, a los que la «justicia» y todo el arco político nacional y provincial de la época defendieron a capa y espada.
El nombre de María Soledad Morales no sólo representa una mujer asesinada por hombres que creían ser dueños de su cuerpo y sus decisiones sino que también fue parte de una serie de actos totalmente impunes y encubridores de varones heterosexuales, blancos, católicos y con poder, a los que la «justicia» y todo el arco político nacional y provincial de la época defendieron a capa y espada.

María Soledad tenía 17 años, hombres mayores de edad la llevaron a una fiesta, la drogaron con cocaína y la violaron.
Luis Tula, quien en ese entonces tenía 29 años, fue acusado de entregarla a Guillermo Luque, hijo del entonces diputado nacional Ángel Luque; Diego Jalil, hijo del Intendente de la ciudad en ese entonces; Arnoldito Saadi, primo del gobernador de Catamarca; Miguel Ferreyra, hijo del jefe de la policía.

En 1998, ocho años después del hecho sólo condenarona dos: Tula fue condenado a 9 años de prisión por ser partícipe secundario de la violación y asesinato y Guillermo Luque fue condenado a 21 años de prisión como autor material del crimen, quien salió a los 14 años por «buena conducta».

Hoy tiene 54 años, camina impunemente por las calles del centro de Catamarca y se mantiene con las rentas de las propiedades que le dejó su familia.

Tula, hoy con 59 años, sólo cumplió 4 años y medio de su condena, es abogado penalista tras estudiar en la cárcel y tiene un estudio jurídico ubicado en la calle Rivadavia al 800.

A 30 años, la Directora de Género y Diversidad del Partido de La Costa, Silvia Di Crocce, reflexionó sobre el caso:
