Santa Teresita: un ataque temerario, caos nocturno y la pregunta incómoda sobre los límites de la represión

0

Un joven atacó un patrullero en Santa Teresita. ¿Qué pasa cuando la provocación supera el límite? Caos nocturno, motos y ausencia del Estado.

Compartir

Un joven lanza una piedra directo al parabrisas de un patrullero en marcha. Sin provocación, sin motivo aparente. Solo odio, desafío o tal vez inconsciencia.
El video se viralizó en minutos. Pero lo que muestra no es nuevo: es la postal repetida del caos nocturno en Santa Teresita, con decenas de motos haciendo ruido, maniobras peligrosas y provocaciones que ya no tienen freno.

El episodio ocurrió en plena costanera, donde cada madrugada más de 50 motos circulan con escapes libres, sin patente, sin casco, y con total desprecio por la convivencia. La situación se repite en puntos críticos como Parada 23 o 37 y Costanera. Adultos mayores temen salir. Mujeres solas sienten que nadie las cuida.

¿Hasta dónde puede tolerar el Estado?

La pregunta incómoda empieza a tomar cuerpo:
¿Qué pasará el día que la represión llegue? ¿Cómo se justificará la respuesta policial cuando las provocaciones ya no dejen opción?

Porque cuando un chico le tira una piedra a una patrulla, no solo rompe un vidrio, sino que rompe el pacto básico de respeto a la autoridad. ¿Y si esa piedra pega en el ojo de un agente? ¿Y si cae una moto y arrastra a una familia?

¿Hasta dónde puede actuar el control del Estado antes de ser acusado de represión?
¿Y hasta dónde pesa la autoridad frente al desprecio por la vida que algunos jóvenes demuestran cada noche?

El Estado que cura… pero no previene

Hay algo más que irrita: el Estado, ausente en la prevención, siempre termina presente en la consecuencia. Ambulancias, hospitales, terapias, licencias, subsidios. Cada herido por uso irresponsable de una moto, cada joven que queda con lesiones, cada víctima indirecta, lo paga el sistema de salud pública, lo pagamos todos.

Y mientras tanto, las calles siguen siendo tierra de nadie.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *