Después de cinco meses de completo silencio, Cristina Fernández de Kirchner habló con Axel Kicillof. La noticia —confirmada por fuentes de periodisticas — fue tema central este martes en La Primera Mañana, donde se hizo eco de la entrevista que la expresidenta brindó en Minuto Uno, el programa que conduce Gustavo Sylvestre por C5N.
¿Se retomó el diálogo real entre los dos líderes más gravitantes del peronismo o se trata, más bien, de una puesta en escena obligada por la coyuntura electoral?
Escuchas, especulaciones y un tono “cordial aunque distante”
En la llamada, que duró alrededor de diez minutos, la conversación fue definida como “cordial aunque distante”. No faltaron los que recordaron —no sin cierta ironía— que no es la primera vez que una charla de Cristina Kirchner termina trascendiendo más por lo que otros dicen que dijo, que por lo que efectivamente se sabe.
Después de todo, ¿quién puede asegurar que lo que reproducen algunos medios tiene más que ver con la verdad que con la especulación? Las viejas escuchas filtradas con Oscar Parrilli siguen flotando en el inconsciente colectivo del kirchnerismo… y de su militancia digital.
La elección se nacionaliza y la duda crece: ¿y si se da marcha atrás?
El eje del conflicto: el desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Mientras Cristina insiste en que separar los comicios «puede llevar al peronismo a perder dos veces», en La Plata sostienen que no hay margen para retroceder. «No se puede hacer Control Z», dicen cerca de Kicillof, como si la política fuese un simple archivo editable.
Pero lo cierto es que la posibilidad de unificar nuevamente las fechas electorales no suena tan descabellada en un escenario tan volátil. ¿Y si se vuelve a unificarlas? ¿Quién se animaría a apostar que está todo dicho?
La fuerte polarización nacional —reflejada incluso en distritos como el Partido de La Costa, donde la militancia ya no distingue entre lo local y lo nacional— convierte cada elección en una batalla simbólica mayor.