Sus nombres aparecieron por primera vez en el mosaico del siglo VI en la basílica de San Apolinar el Nuevo en la ciudad italiana de Ravena.
Según un manuscrito del siglo XIII, se creía que los Magos podían proteger contra la epilepsia, y bastaba con rezar una breve oración al oído de un enfermo pronunciando el nombre de los tres Reyes para curarlo.
En algunos puntos de Europa, el día 6 de enero se inscribían sus iniciales, GBM, en todas las puertas de las casas y en los establos para salvaguardar a las personas y a los animales contra el ataque de demonios y brujas.
En Europa la festividad llegó a Alemania, Bélgica, Austria y Polonia y la leyenda indica que los restos de los Reyes Magos se encuentran en la Catedral de la ciudad alemana de Colonia.
Fue el emperador Federico I de Hohenstaufen, más conocido popularmente como Barbarroja, quien -se cree- llevó los restos hasta allí.
En Francia, el 6 de enero cada familia escoge al rey y compra un pastel redondo que recibe el nombre de Galette Des Rois. Se coloca en el interior una figura del rey por cada miembro de la familia. Quien encuentra la figura en su trozo de pastel se convierte en rey, y tiene que llevar una corona de papel durante todo el día.
Las panaderías, en tanto, realizan la tarta de los reyes de hojaldre, relleno con crema de almendra y colocan un haba en el interior para que la localice el afortunado.
En Italia, en cambio, la noche del 5 de enero es la jornada en la que los niños reciben la visita de la Befana, una especie de bruja de la navidad ataviada con una escoba, una caperuza roja y un saco lleno de regalos.
En España existe una tradición durante los días previos a Reyes, donde los niños juntan latas vacías y preparan con ellas el “arrastre” y en la mañana del 5 de enero se pasean por la ciudad realizando bullicio para “llamar la atención” de los Reyes de Oriente de modo de que no olviden dejarles regalos.
En México se encuentra el segundo santuario más importante del mundo con respecto a los Tres Santos Reyes, ubicado en la ciudad de Tizimín, Yucatán.
En este país, la tarde del día 5 se realiza un desfile con carrozas y disfraces, en el que participan los Reyes Magos y los niños también les escriben cartas pidiendo juguetes y los zapatos junto al árbol de Navidad.