Costumbres machistas: cuestionan a la futura primera dama por no estar casada con Alberto Fernández
El día de las elecciones generales, a la hora puntual del cierre de los comicios, el diario Clarín publicaba una nota en la que dejaba a la vista su pensamiento retrógrado sobre temas que tienen que ver con la posición de la mujer en la sociedad, pero en este caso, en la política. ¿Puede Fabiola Yañez ser primera dama aunque no esté casada con Alberto Fernández?, se preguntaban.
La nota hace hincapié en «sin papeles que acrediten un vínculo legal, ¿puede Yáñez ocupar ese rol?», en los desempeños de Fabiola en los escenarios y el periodismo pero siempre retoman en su estado civil que la une al presidente electo: «viven juntos, sí, pero no contrajeron matrimonio ni tramitaron la unión civil o el certificado de convivencia, signo lógico de los nuevos tiempos, en los que la pasada por el ámbito civil-legal y/o religioso se repliega»
Alberto Fernández será el primer hombre en asumir la presidencia no estando formalmente casado, desde que Hipólito Yrigoyen quien estaba soltero cuando fue derrocado en 1930. Clarín afirma que «el resto de los presidentes» se mantuvieron dentro de los cánones: heterosexuales, casados y con hijos.
¿El ceremonial y protocolo está tan regido por el patriarcado como parece? ¿Se puede modificar? ¿O el «cargo» de primera dama es un simple uso y costumbre, de por cierto bastante misógino, que no hace más que poner a la mujer acompañando a su «esposo» en un rol pasivo y sumiso?
Para quitarnos dudas, en Radio Noticias hablamos con Nilda Gallego, profesora de Ceremonial y Protocolo, que esto nos decía: