«Cuando tenemos ráfagas de viento que superan los 60 kilómetos por hora por más que sea un día soleado decidimos suspender las clases», afirmó Mariano Fonticelli, vicepresidente del Consejo Escolar de La Costa, en referencia al «protocolo» que sigue el organismo ante un alerta meteorológico como el que obligó a no dictar clases durante toda la jornada en los establecimientos del distrito.
Fonticelli explicó que aunque esté soleado, por las características del partido, el viento y las lluvias pasadas pueden provocar caída de árboles o postes de tensión, caminos anegados, etcétera. «Preferimos tener la precaución de dar el alerta que se basa en un informe que nos da Defensa Civil», indicó.
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