Mar del Plata sin clases | El frío y la crisis del gas obligan al cierre de escuelas

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Frío y baja presión obligan a suspender las clases en Mar del Plata. Sin gas ni calefacción escolar, activan protocolo de emergencia municipal.

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En el día más frío del año, Mar del Plata suspendió las clases y actividades escolares por la falta de gas. Sin calefacción en escuelas y con la red domiciliaria colapsada, el intendente activó un protocolo de crisis para priorizar hospitales y geriátricos.

Este jueves, Mar del Plata amaneció bajo un silencio inusual: no hubo alumnos en los patios ni banderas flameando frente a las escuelas. El motivo fue una realidad contundente: no había gas para calefaccionar. 

La crisis se encendió el miércoles por la tarde, cuando el fuerte consumo por la ola polar hizo colapsar la presión en los gasoductos. Los reguladores domiciliarios se bloquearon y dejaron sin suministro a miles de hogares —y también a colegios.

El intendente Guillermo Montenegro convocó al Comité de Crisis y tomó la decisión: suspender las clases en todos los niveles y turnos. La medida no solo afectó a las escuelas, sino que también alcanzó espacios deportivos, culturales, estaciones de GNC, industrias y gastronomía nocturna.

“Las clases están suspendidas… Se está trabajando en hospitales, clínicas y geriátricos, que son lugares críticos”, explicó Montenegro, quien además pidió colaboración a la ciudadanía para moderar el consumo y permitir recuperar la presión del sistema.

Camuzzi confirmó que el corte se generó por una merma significativa en la presión de gas y que los reguladores domiciliarios actuaron automáticamente por seguridad. Para reconectar el servicio, la empresa debe enviar operarios a cada hogar y escuela para purgar cañerías y reactivar los medidores.

El impacto se sintió en toda la ciudad: escuelas frías, patios vacíos y chicos sin clases. Una postal que los marplatenses no recuerdan: nunca se habían suspendido clases por una falla masiva de gas.

Mientras tanto, el frío no baja: la mínima ronda los -1,9 °C con vientos intensos. Sin gas y sin clases, la ciudad detuvo su ritmo habitual y priorizó la energía en hospitales y centros asistenciales.

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