La sesión ordinaria del Senado de la provincia de Buenos Aires que buscaba tratar un proyecto de modificación a la ley que limita las reelecciones fue suspendida por falta de quórum. La ausencia de una senadora clave —y la interna del oficialismo— terminaron paralizando una iniciativa que generaba tensiones dentro y fuera del recinto.
Sin prensa y sin consenso
La jornada, que se esperaba fuera decisiva, se desarrolló sin la presencia de medios de comunicación acreditados en el recinto, hecho que fue cuestionado por varios sectores políticos. La sesión debía debatir el proyecto del senador Luis Vivona (Unión por la Patria), que buscaba habilitar nuevas reelecciones para intendentes, concejales y legisladores provinciales.
Sin embargo, la ausencia de la senadora Sofía Vanelli, del mismo bloque pero referenciada con Sergio Massa, dejó al oficialismo sin el número necesario para iniciar el debate. La legisladora ya había anticipado su desacuerdo con el proyecto, alineándose con la postura histórica del massismo contra las reelecciones indefinidas.
Massa, firme contra las reelecciones
La maniobra fue interpretada como una jugada directa de Sergio Massa, que evitó así un retroceso sobre una de sus banderas políticas. Ya en 2016, el exministro de Economía había impulsado junto a María Eugenia Vidal una reforma para limitar los mandatos consecutivos a solo dos períodos.
«No hay que volver atrás con las leyes que acercan a la gente a la política. La alternancia fortalece la democracia», suele repetir Massa, aunque esta vez lo hizo sin micrófono, pero con efecto directo en el tablero legislativo.
El silencio de Magario y la tensión en el bloque
Otro detalle que no pasó desapercibido fue la ausencia de la vicegobernadora Verónica Magario en la conducción de la sesión, cediendo el rol de presidenta a Vivona, impulsor del proyecto. Desde algunos despachos señalaron que la decisión tuvo como objetivo evitar quedar asociada a una sesión que finalmente no ocurrió.
El fallido intento dejó al descubierto las fisuras internas del oficialismo, donde confluyen kirchnerismo, kicillofismo y massismo, cada vez con menos margen de maniobra común.
La oposición, en modo espectador
Por su parte, los bloques opositores como Unión, Renovación y Fe condicionaron su participación al cumplimiento del quórum por parte del peronismo. Al no cumplirse esa condición, optaron por no presentarse.
La falta de consenso dejó la sesión vacía, sin discusión y con un mensaje claro: sin acuerdo en el oficialismo, no hay reforma posible.
