Las declaraciones cruzadas entre Mauricio Macri y Javier Milei dejaron en evidencia las tensiones que atraviesan el acuerdo político entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires. Como suele pasar, cuando el conflicto es entre los de arriba, las repercusiones terminan bajando al territorio, donde el mapa de alianzas se vuelve más inestable. En el Partido de La Costa, los movimientos de piezas ya comenzaron.
«Que traiga la factura y la muestre», dijo Milei este jueves en una entrevista televisiva, en respuesta a las acusaciones de Macri sobre supuestas «compras» de dirigentes por parte de LLA. El presidente sostuvo que el acuerdo “marcha muy fuerte” y apuntó a que figuras como José Luis Espert, Cristian Ritondo y Diego Santilli “se van a poner de acuerdo para armar una estructura súper competitiva” en la provincia.
Pero Macri, durante una reunión en Mar del Plata con dirigentes de la Quinta Sección Electoral, fue categórico: “Me da la sensación de que a todos los que tenían precio ya los compraron. Acá no hay gente con precio, hay gente con valores”. Además, pidió que el acuerdo sea institucional y no basado en nombres propios. Pero algunas ausencias abrieron las especulaciones.
El efecto local: entre tensiones y terceros en discordia
En La Costa, la situación no es ajena a estos tironeos. Por La Libertad Avanza, la referente es Roxana Cavallini, mientras que del lado del PRO hay varios actores con trayectoria: la Lic. Mónica Correa, Sergio Santana, Matías Porta y, hasta hace poco, también Cotoco García. En paralelo, sectores del radicalismo local que buscan acercarse a LLA están representados por Daniel López y la senadora provincial Flavia Delmonte. Por la Coalición Cívica, se suma Rosana Blanco. También hay vecinalistas que, si bien menos conocidos, forman parte del entramado, y ni hablar de algunos paracaidistas u oportunistas.
El escenario se asemeja a los conflictos matrimoniales: cuando los protagonistas principales discuten, quienes se acercan terminan atrapados como terceros en discordia. De esto hay varios dirigentes kocales que tienen experiencia, a mas de uno le bajaron la lista a último minuto. La falta de claridad a nivel provincial sobre cómo se organizará la coalición opositora pone en jaque a los armados locales, donde las alianzas son frágiles y las decisiones se toman con cautela. Y yo sumaría el libro de pases no tiene fecha de vencimiento.
Por ahora, en el territorio se multiplican las reuniones, las señales cruzadas y los posicionamientos. Y aunque todavía no hay definiciones firmes, lo cierto es que cuando el cielo truena, agua trae, y en la política local, esa lluvia puede traducirse en internas, rupturas o nuevas configuraciones de poder. El «todos contra los De Jesús» parece que aún no tiene consenso pleno, y hay muchos «yo con este no me junto».