El HCD del Partido de La Costa: Cómo entender que la mayoría pierde y la minoría gana
Con debates extensos, decisiones cuestionadas y un canal de YouTube con escasa audiencia, el Concejo Deliberante transita un 2024 marcado por la desconexión con las prioridades de los vecinos.
En el año 2024, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) del Partido de La Costa protagonizó un periodo legislativo que deja a los ciudadanos entre la admiración por las horas dedicadas y la frustración por los resultados. Con 7 sesiones ordinarias celebradas en 9 meses, un total de 47 horas y 25 minutos de deliberaciones, y un promedio de casi 7 horas por sesión, el cuerpo legislativo parece más comprometido con sus debates internos que con las necesidades de la comunidad.
El punto álgido fue la 4.ª sesión ordinaria, donde los concejales alcanzaron un récord de 9 horas de discusión. Sin embargo, esta intensidad contrasta con la apertura de sesiones, que incluyó un discurso del intendente de apenas 2 horas y 10 minutos. ¿No decían que Juan hablaba mucho?
Algunos señalan que lo que podría ser un debate enriquecedor se transforma rápidamente en un espectáculo de ideologías enfrentadas y acusaciones cruzadas.
Un oficialismo cómodo y una oposición fragmentada
El HCD está compuesto por cinco bloques, con una conformación política intrigante:
- Oficialismo: Frente de Todos (3 concejales, mandato hasta 2025) y Unión por la Patria (4 concejales, mandato hasta 2027).
- Oposición: Juntos (6 concejales, mandato hasta 2025), Juntos por el Cambio (3 concejales, mandato hasta 2027) y La Libertad Avanza (2 concejales, mandato hasta 2027).
Aunque los números otorgan mayoría a los bloques opositores, la habilidad política del Ejecutivo municipal y de la presidencia y la secretaria del cuerpo para fragmentarlos es objeto de permanente crítica. Desde las bancas opositoras, las quejas son constantes: acusan al oficialismo de actuar como una mera “escribanía” del intendente.
Sin embargo, esta afirmación se tambalea al considerar que la mayoría efectiva está en manos de los mismos críticos. Mientras los opositores dedican discursos a denunciar la “habilidad maquiavélica” del Ejecutivo para dividirlos, el oficialismo parece surfear las olas de la política local con sorprendente comodidad. Esto deja un sabor amargo a los vecinos, quienes ven cómo problemas como infraestructura, seguridad y servicios básicos quedan relegados frente a disputas ideológicas.
¿Qué pasa con el canal de YouTube?
El canal oficial del HCD en YouTube, creado para acercar las sesiones a la comunidad, no parece cumplir su propósito. La sesión más vista este año, la N.º 2, tiene apenas 602 reproducciones, mientras que la menos vista, la N.º 7, registra 286 visualizaciones. Además, el tiempo promedio de visualización difícilmente supera los 3 minutos, lo que sugiere que los vecinos no consideran atractivas o relevantes las deliberaciones.
Por otra parte, el canal cuenta con 60 suscriptores, una cifra sorprendentemente baja considerando que el cuerpo tiene 18 concejales, más sus asesores y personal administrativo. Ni siquiera quienes trabajan en el recinto parecen interesarse demasiado. Ni los propios concejales quieren verlo.
Si este canal fuera un programa televisivo, con una caída del 50 % en la audiencia, ya se habrían cambiado panelistas, conductores o incluso cancelado. Sin embargo, sigue siendo una herramienta valiosa para la transparencia y un aporte importante a la comunidad, aunque ni los propios concejales lo aprovechen.
Las elecciones y el reloj político
Con la renovación de bancas en 2025, el panorama se agita aún más. El oficialismo deberá defender tres escaños clave, mientras que la oposición enfrentará el desafío de retener seis. Este equilibrio tenso promete aumentar la polarización, aunque el ciudadano medio podría preguntarse si tanto ruido servirá para algo más que ajustar estrategias de campaña.
¿Y el vecino, qué?
Más allá de los números y las sesiones maratónicas, preocupa la desconexión entre los concejales y las verdaderas prioridades del Partido de La Costa. El vecino no busca largas horas de debate ni discursos inflamados; pide soluciones.
El HCD es, en teoría, un espacio para construir consensos y avanzar en políticas que beneficien a todos. Pero en 2024, parece haber sido más un escenario para prácticas de ajedrez político que un foro efectivo para atender los problemas de la comunidad.