Covid-19 | Madrid con miedo al rebrote ordenan el uso obligatorio de barbijo y propone una cartilla medica
El gobierno regional de Madrid presentó un «plan de choque» contra los rebrotes de coronavirus, con el objetivo de evitar un nuevo confinamiento de la población, que incluye hacer obligatorio el uso del barbijo, reduce los asistentes a reuniones y una propuesta de «cartilla» sanitaria para las personas que pasaron la enfermedad, para que puedan hacer «vida normal».
El gobierno regional de Madrid presentó un «plan de choque» contra los rebrotes de coronavirus, con el objetivo de evitar un nuevo confinamiento de la población, que incluye hacer obligatorio el uso del barbijo, reduce los asistentes a reuniones y una propuesta de «cartilla» sanitaria para las personas que pasaron la enfermedad, para que puedan hacer «vida normal».
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, es una de las últimas en imponer el uso del barbijo o tapabocas en las calles, pero lo hace de una forma más restrictiva que otras regiones, ya que obliga a que los ciudadanos lleven la protección incluso en la zona exterior de los bares.
La medida entrará en vigencia el próximo jueves «en todos los espacios, con independencia del mantenimiento de la distancia interpersonal», dijo Ayuso en conferencia de prensa.
Asimismo, el gobierno regional de Madrid ordena el cierre de locales de ocio nocturno a la 1:30 de la madrugada, y establece que los clientes que acudan a este tipo de establecimientos se registren para poder rastrearlas ante posibles contagios.
También limita las reuniones familiares y sociales a un máximo de 10 personas.
Por otro lado, la funcionaria conservadora anunció que la región pondrá en marcha una «cartilla Covid-19», similar a una cartilla vacunal, que tendrá réplica en la tarjeta virtual, para que aquellos ciudadanos que hayan pasado la enfermedad y tengan anticuerpos, o se hayan realizado pruebas PCR, puedan aportar esa información.
La iniciativa, según Ayuso, permitirá «que las personas que no contagien puedan seguir una vida normal» y puedan «acceder a establecimientos como gimnasios, museos, cines o cualquier recinto cerrado».