El Consejo Ejecutivo de la UNESCO recomendó a la Conferencia General que se proclamara el Día Mundial de la Radio, sobre la base un estudio de viabilidad realizado en 2011 por la UNESCO en respuesta a una propuesta de España.
Se realizó un amplio proceso de consulta dirigido a las asociaciones de medios de radiodifusión; las emisoras públicas, estatales, privadas, comunitarias e internacionales; los organismos, fondos y programas de las Naciones Unidas; las organizaciones no gubernamentales relacionadas con el tema; las universidades , las fundaciones y los organismos bilaterales para el desarrollo, así como las Delegaciones Permanentes y las Comisiones Nacionales de la UNESCO. El 91 por ciento de las respuestas apoyaba el proyecto.
El impulsor del proyecto, la Academia Española de la Radio, recibió el respaldo de las distintas partes interesadas, entre otros, los principales organismos de radiodifusión internacional, los sindicatos y las asociaciones de radiodifusión.
La Directora General de la UNESCO propuso la fecha del 13 de febrero, día en que se creó Radio Naciones Unidas, en 1946, para conmemorar el Día Mundial de la Radio.
El 14 de enero de 2013, la Asamblea General aprobó formalmente la proclamación de la UNESCO (PDF) del Día Mundial de la Radio, en su 67º período de sesiones de la Asamblea General.
En nuestro país, cada 27 de agosto se celebra el Día de la Radiodifusión:
Eran las nueve de la noche del 27 de agosto de 1920. Y aunque esa primera transmisión en el país, desde la terraza del Teatro Coliseo, sería escuchada por menos de 100 personas, marcaría un hito en la historia de la radiofonía mundial y cambiaría para siempre la vida cotidiana de los argentinos.
Enrique Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, quienes desde ese día fueron conocidos como “los locos de la azotea”, eran cuatro jóvenes del mundo de la medicina: el médico Susini, quien entonces tenía 25 años; y los otros tres, estudiantes de la Universidad de Buenos Aires: Mujica de 18, Guerrico y Romero Carranza de 22. Además de la carrera que habían escogido los unía otra pasión: eran radioaficionados entusiastas y creativos que soñaban con una radiofonía al servicio de la cultura. En ese momento no imaginaban que ese medio iba a transformarse en un verdadero fenómeno de masas.
Poco tiempo después, vendieron Radio Argentina y crearon Vía Radiar, una empresa dedicada a las comunicaciones de larga distancia. Y en 1930 recibieron una importantísima suma por esa compañía y la invirtieron en la creación de los estudios Lúminton, uno de los fundamentos del cine argentino.
Hay quienes les cuestionan el título de ejecutores de la primera emisión radial a nivel mundial a “los locos de la azotea”, si bien este hito tiene sus adeptos, también están los que insisten en que hubo muchos intentos previos en otros países. Al respecto, el propio Susini se pronunció:
“Yo quiero reclamar, no por inmodestia, ni para aumentar el mérito nuestro, sino porque le corresponde a la ciudad y al país la absoluta seguridad que la primera transmisión nuestra fue la primera del mundo en radiodifusión”.
Fuente ONU – Ministerio de Cultura de la Nación