En el marco de Octubre Rosa, mes dedicado a la concientización sobre el cáncer de mama, un nuevo informe advierte que Argentina se encuentra entre los países con más casos de esta enfermedad en América Latina. También ocupa un lugar preocupante en relación al cáncer de cuello uterino.
El estudio, titulado “Reducir la brecha de equidad”, fue elaborado por The Economist Impact con el respaldo de MSD Argentina y muestra una realidad que interpela tanto al sistema de salud como a la sociedad en su conjunto.
Según el relevamiento, el cáncer de mama afecta a 675,9 mujeres cada 100.000 en nuestro país, muy por encima del promedio regional de 463,5. En el caso del cáncer de cuello uterino, la tasa también es alarmante: 463,5 frente a 148 en América Latina. De mantenerse esta tendencia, se estima que para 2050 los casos aumentarán más del 40 % en mama y casi un 30 % en cuello uterino.
Una realidad desigual
Si bien los avances médicos han mejorado el diagnóstico y el tratamiento, no todas las mujeres acceden a ellos de la misma manera. El informe señala que el nivel socioeconómico, la cobertura médica y la zona geográfica son factores que influyen directamente en la posibilidad de detectar a tiempo estas enfermedades.
“Muchas mujeres llegan al diagnóstico en etapas avanzadas, cuando las opciones terapéuticas se reducen”, advierten los autores del estudio. Esta situación convierte al cáncer no solo en un desafío sanitario, sino también en un problema social de equidad y acceso.
Además, preocupa la caída en la vacunación contra el VPH: en Argentina, la cobertura entre niñas bajó del 54 % al 36 % en solo un año, dejando expuestas a miles frente a un cáncer que podría prevenirse con una simple vacuna.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
El cáncer de mama no tiene una causa única, pero sí múltiples factores que pueden aumentarlo: antecedentes familiares, obesidad, consumo de alcohol, menopausia tardía, no haber tenido hijos o tenerlos después de los 30, entre otros. También se destaca que la mayoría de los casos se detectan en mujeres mayores de 40 años.
En el caso del cáncer de cuello uterino, la causa más frecuente es la infección persistente por el Virus del Papiloma Humano (VPH), una enfermedad de transmisión sexual. También influyen el tabaquismo, las infecciones sin tratar y un sistema inmune debilitado.
La clave está en el control
La detección temprana sigue siendo la mejor herramienta. En el cáncer de mama, la mamografía es el estudio central, aunque también se utilizan ecografías, resonancias o biopsias. Para el cuello uterino, los controles más eficaces son el Papanicolaou y el test de VPH.
Desde el ámbito médico, insisten en no pasar por alto los signos de alerta: un bulto en la mama, secreciones inusuales, cambios en la piel o dolor, así como sangrados vaginales anormales o molestias durante las relaciones sexuales.
«Detectar una lesión en etapas tempranas cambia por completo el pronóstico. Cada vez que una mujer se realiza sus chequeos de rutina, está dando un paso valioso para proteger su salud y ganar tiempo frente a la enfermedad», asegura Gabriela Bugarín, directora médica de Oncología de MSD Argentina.
Un llamado a la acción
Octubre Rosa es mucho más que un símbolo. Es una oportunidad para reforzar la prevención, promover el acceso equitativo a la salud y recordar que un control a tiempo puede cambiar una vida.
Información, conciencia y acción son las herramientas más poderosas para enfrentar el cáncer. Porque cuando hablamos de salud, el tiempo vale oro.