Radares de Fotomulta en la Ruta 11: ¿Seguridad Vial o Estrategia Recaudatoria?
En un artículo publicado por Multimedio.com.ar, se expone un análisis crítico sobre la instalación de radares de fotomulta en la Ruta Provincial 11, en el partido de General Lavalle. El texto revela cómo estos dispositivos, ubicados estratégicamente en puntos de alto tránsito turístico, podrían responder más a intereses económicos que a una auténtica preocupación por la seguridad vial.
Para conocer los detalles sobre la densidad de radares, los cuestionamientos legales y las recomendaciones para garantizar un control vial más transparente, leé la nota completa en Multimedio.com.ar, nosotros te la comparticos a continuación.
En un exhaustivo análisis de la implementación de sistemas de control vehicular en la ruta provincial 11, se revelan prácticas cuestionables que evidencian una estrategia recaudatoria más que un genuino interés por la seguridad vial en el partido de General Lavalle.
Contexto y Ubicación Estratégica
La instalación de cuatro radares de fotomulta en un tramo de aproximadamente 55 kilómetros, realizada por la empresa FLUXA bajo la autorización del intendente Lic. Nahuel Guardia, levanta serias sospechas sobre la verdadera intención de estos dispositivos. La ubicación calculada coincide con la ruta principal de acceso a destinos turísticos como La Costa, Pinamar y Villa Gesell, lo que sugiere una targeting deliberado de automovilistas en temporada alta.
Análisis de la Implementación
Elementos que cuestionan la legitimidad preventiva de los radares:
- Densidad de Dispositivos: Cuatro radares en 55 kilómetros representa una concentración inusualmente alta de sistemas de control, superando cualquier estándar razonable de seguridad vial.
- Ubicación Estratégica: Los dispositivos están precisamente localizados en puntos de mayor afluencia turística, justo antes del ingreso a playas populares como Santa Teresita, Costa del Este, San Bernardo y Mar de Ajó.
- Impacto Económico: Las multas, según referencias locales, pueden alcanzar valores cercanos a los 500.000 pesos, lo que convierte el sistema en una fuente significativa de ingresos municipales.
Aspectos Legales y Éticos
Aunque la implementación se ampara en la legalidad formal, existe una línea delgada entre la prevención y el aprovechamiento económico. La proliferación de radares genera una percepción de “trampa” para automovilistas, socavando la confianza en los sistemas de control vial.
Conclusiones
La instalación de estos sistemas por parte de FLUXA, representada por Gustavo Marano, y avalada por el municipio de General Lavalle, refleja una tendencia preocupante donde la recaudación prima sobre la seguridad real de los conductores.
Recomendaciones
- Revisar la proporción de dispositivos de control por kilómetro
- Implementar una estrategia de señalización preventiva más transparente
- Realizar auditorías independientes sobre la efectividad real de estos sistemas en la reducción de accidentes
La seguridad vial no debe ser un negocio, sino un compromiso genuino con la protección de los ciudadanos.
Nota periodística elaborada con datos proporcionados y análisis objetivo de la situación.