El Gobierno bonaerense crea un protocolo para atención de casos de coronavirus en niños y adolescentes
El Gobierno de la provincia de Buenos Aires aprobó hoy un Protocolo para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes que establece recomendaciones para efectores sanitarios y consultorios particulares durante la pandemia de coronavirus.
La Resolución 654 del Ministerio de Salud publicada en el Boletín Oficial bonaerense propone que los establecimientos “identifiquen y acondicionen un espacio o consultorio específico para la atención de niños y adolescentes sintomáticos respiratorios agudos”, y que se tomen “medidas conducentes a la protección del personal, los pacientes y sus acompañantes”.
Además, sugiere que el prestador de salud organice su espacio garantizando un lugar para recepción de pacientes y triage; un área de aislamiento para la evaluación de niños y adolescentes con sospecha de coronavirus; un sector de consultorios, carpa o dispositivo modular para la atención de prácticas esenciales.
El texto oficial pide que en la sala de espera se respete la distancia mínima de al menos 1,5 metros entre asientos o sillas y adecuar el número de personas en el interior a un tercio de la capacidad máxima; aclara que el acompañante del niño o adolescente deberá ser menor de 60 años y no tener factores de riesgo y destaca que los chicos mayores de 2 años y su acompañante deberán concurrir con tapabocas.
Por otro lado, propone no colocar en salas de espera o áreas comunes juguetes, libros o materiales que los niños puedan compartir y que se encuentren potencialmente contaminados; advierte que las superficies como picaportes y agarraderas deberán ser desinfectadas cada 30 o 60 minutos, e indica que deberá haber alcohol en gel al ingreso y supervisión de la higiene de manos.
El protocolo expresa dos modalidades de aislamiento extrahospitalario para casos sospechosos o confirmados sin criterio de internación: en el domicilio del paciente o en centros de aislamiento, por lo que dispone cómo debe ser el cuidado, aclara que se debe limitar la circulación del paciente por el entorno doméstico y detalla que deberá contar con utensilios, sábanas, toallas, platos, mamaderas y cubiertos propios y no compartirlos con nadie.
Con respecto al seguimiento de casos y altas, para los consultorios particulares propone contemplar la atención principalmente de controles de salud programados de niños sanos (recién nacido, 1, 2, 4 y 6 meses, y 1 año), puericultura, seguimiento de enfermedades crónicas y discapacidad, vacunación y enfermedad aguda.
En ese caso, las recomendaciones son similares a las formuladas para los hospitales pero se añade la propuesta de “organizar turnos en horarios o días diferenciados para la atención de procesos agudos o controles de salud o de patologías crónicas” y se pide programar turnos con distancia “para que no se superpongan”.
Se sugiere un primer contacto no presencial “ya sea por vía telefónica, teleconsulta, correo electrónico o redes para evaluar el motivo de consulta, programar un turno o derivar a otro efector” y se pide “minimizar la espera para la atención”.