Clausuran en Mar del Plata el complejo “Sobremonte”
El cierre del local bailable fue realizado por la AFIP tras comprobar una maniobra de evasión tributaria. Los verdaderos dueños del establecimiento se ocultaban detrás de sociedades ficticias cuyos titulares eran un vigilador, un jubilado y un albañil.
La clausura podría extenderse hasta tanto los responsables del local bailable no regularicen su situación. Además la AFIP denunció a los propietarios y al contador por asociación ilícita fiscal. La causa quedó radicada en el Juzgado Federal Nº 1, Dr. Alejandro Castellanos, secretaría a cargo de la Dra. Dolores Moreno.
Sobremonte, uno de los más importantes complejos bailables de la costa, facturó más de 3.300.000 pesos en menos de 3 meses, y durante el verano, luego de iniciados los controles por parte de la AFIP la firma Repque dio de alta a 74 trabajadores en el sistema de seguridad social.
Sobremonte funciona hace más de 40 años en Mar del Plata. Es un complejo de 3.500 metros cuadrados, preparado para albergar a 4.000 personas. Consta de dos discotecas, con cinco pistas de baile en total. Tiene 12 barras diferentes, escenarios para shows, piscina climatizada y dos restaurantes con cocina internacional.
Las sociedades que supuestamente explotaban el boliche Sobremonte cambiaban sistemáticamente. Tanto es así que hasta el 10 de enero de 2014 la venta de entradas y la gastronomía era explotada por la firma Mangiato SA y cuando está comenzó a ser fiscalizada en el operativo verano 2014, inmediatamente cambiaron la titularidad a una nueva sociedad pantalla: Repque SA., de reciente inscripción y sin antecedentes en la actividad.
Repque SA está integrada por Roberto Obertti, un vigilador que cobra 1.500 pesos por mes y no está inscripto ante la AFIP. Trabaja para la empresa que le brinda seguridad a Sobremonte. Su «socio» es Emilio Carabajal, que es empleado de Haras Los Alamitos S.A., con un salario promedio de $1.800 mensuales. Llamativamente una de las titulares de esa sociedad es Elsa Beatriz Requi, madre de Eduardo Miguel Aracil, quien resulta ser uno de los verdaderos dueños de Sobremonte.
La maniobra consistía en utilizar a estas personas de bajos recursos económicos para ponerlos al frente de sociedades, que en definitiva, ocultan a los verdaderos dueños del boliche y que facturan cifras millonarias por su explotación. Además el cambio sistemático de sociedades entorpece la fiscalización de la AFIP y ocasiona un grave perjuicio en términos de evasión impositiva y previsional.
En este caso, el responsable de la maniobra sería el contador José Luis Gallinal, que armó las sucesivas sociedades, que los verdaderos dueños requirieron para ocultarse y así eludir y evadir los impuestos correspondientes por la explotación del complejo.
Gallinal contactó a decenas de personas físicas, a las cuales se encargó de asignarles disfraces de accionistas, socios gerentes, apoderados, presidentes de directorio, etcétera.
Los verdaderos dueños
Eduardo Miguel Aracil, quien figuró al frente del complejo en sus comienzos; Pedro Del Buono, histórico disc jockey del lugar; Mauricio Héctor Kennis, empresario vinculado al esparcimiento nocturno.
Fuente: codigomardelplata.com.ar