Piden postergar por dos años la homologación de casas rodantes

El presidente de la Asociación de Rodanteros Argentinos, Pablo Andrés Calegari, solicitó ante la Dirección Nacional del Registro

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El presidente de la Asociación de Rodanteros Argentinos, Pablo Andrés Calegari, solicitó ante la Dirección Nacional del Registro de la Propiedad del Automotor una nueva prórroga de la Disposición 195/2020 de dos años, el tiempo mínimo para que los propietarios puedan ajustarse, pero “siempre y cuando las reglas sean claras”. Además, sostuvo que se debe “disponer de irretroactividad en cuanto se refiera a las modificaciones estructurales y que se fabricaron con anterioridad a la sanción de dicha normativa”

.En la actualidad, muchas personas eligen vacacionar y hacer turismo utilizando casas rodantes, motorhome, campers, mini rodantes, casillas o vehículos recreativos en general. Este estilo de vida, que va creciendo a nivel mundial, contribuye a las economías regionales porque sus integrantes optan por parar en pequeños campings de las ciudades que visitan. Sin embargo, esta actividad está siendo avasallada por los cambios de reglamentación en la exigencia de patentamiento en las categorías O1 y O2 y con el inminente vencimiento del plazo en noviembre de este año.

Calegari explicó que el parque de casas rodantes en Argentina es superior a las 15 mil unidades, que en su gran mayoría pertenecen a las categorías O1 (hasta 750 kilogramos) y O2 (desde 750 hasta 3.500 kilogramos). Pero la nueva Disposición 195/2020, con inminente vencimiento en el mes de noviembre, establece “la expedición de ‘Placa de identificación alternativa para Tráileres’ no inscriptos, destinados al traslado de equipaje, pequeñas embarcaciones deportivas o elementos de recreación familiar, de la categoría O1”.

Desde la asociación dicen que es inconstitucional e irrisorio por el poco tiempo que queda, lo que hace imposible que se pueda llevar a cabo, ya sea por el tiempo material y también por las exigencias  en sí.

Desde ARA, en este caso en la voz de Clegari, se sostiene que la normativa es caprichosa, sin fundamentos técnicos ni fácticos, que lejos están de lograr la seguridad vial que se pretende.

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