Fue el pasado sábado en el marco de las celebraciones por el 104º aniversario de Dolores.
Fue un merecido homenaje al Mayor Post Mortem García Cuerva, que incluyó el reacondicionamiento y la exposición en Ruta 63 y Av. Gral. Belgrano, de la Aeronave AMD Mirage M-IIIEA Matricula I-015 en el que perdiera la vida Garcia Cuerva el 1° de Mayo de 1982.
Gustavo Argentino García Cuerva nació el 28 de febrero del 1946 en la ciudad de Dolores de dónde son oriundos sus padres, Argentino García Cuerva e Isabel Magdalena Calabrese.
Conoció a Liliana Raquel Franco en 1968 en la ciudad de Córdoba, de donde Liliana es oriunda, estuvieron de novios tres años y se casaron en Octubre de 1971.
En 1982 partió hacia Rio Gallegos el 4 de abril después de comer un bife a la plancha con una ensalada de tomates, y desde allí se comunicaba todos los días, narrando sus experiencias, “mira lo que tenemos para contarles a nuestros nietos”.
El 1° de Mayo, cuando comenzó ataque inglés, por la mañana, despegó desde Rio Gallegos a los mandos del I-019 junto a su numeral el entonces Primer Teniente Carlos Perona en el I-015 logrando ahuyentar a una PAC de Sea Harrier que estaban asediando a una escuadrilla de A-4B.
Por la tarde realizando su segunda salida de combate y habiendo cambiado de aeronave (I-015 García Cuerva – I-019 Perona) serían asistidos por última vez por sus respectivos Mecánicos los Cabos Víctor Allende y Sergio Ascencio. Despegando desde Rio Gallegos y guiados por el radar Malvinas se enfrentan a una Patrulla Aérea de Combate trenzándose en Combate aire-aire con dos Sea Harrier del Escuadrón 801 provenientes del Portaviones HMS Invencible, en el combate aéreo su numeral fue impactado y logró salvarse: “eyéctate, pendejo”, mientras que él, puso en fuga al otro Sea Harrier.
Durante este recorrido y habiendo eyectado sus tanques suplementarios de 1700 Lts lo deja sin combustible para llegar a Rio Gallegos, donde estaban asentados los Mirage M-IIIEA, e intenta aterrizar en Puerto Argentino, (maniobra que había sido conversada con el jefe de escuadrón), para lo cual se comunica con el operador del Radar Malvinas y le pide que transmitan a los escuadrones antiaéreos que cesen el fuego durante un breve lapso, orden que no llegó a todos los escuadrones antiaéreos de la armada y el ejercito que operaban en Puerto Argentino, ya que algunos estaban sin comunicaciones.
Al verlo aparecer del lado por donde atacaban los aviones ingleses, le comenzaron a tirar, a pesar de los esfuerzos que hizo para identificarse, alabeo (movimiento de alas en forma de saludo mostrando las identificaciones bandera y escarapela), eyección de misiles sobre el mar, para aterrizar más liviano, le comunica al radar Malvinas: “me están tirando, carajo” recibiendo fuego amigo es derribado por la propia artillería antiaérea, cayendo para siempre junto a su aeronave I-015 en las frías aguas del atlántico sur.

En su carta de albacea le dio un mandato a su esposa: “Que mi querida esposa Liliana, se esfuerce por ser feliz, ya que sin duda, se lo transmitirá a nuestros hijos”
A partir de entonces está de custodia eterna sobre nuestras Islas, volando más alto, más fuerte y más lejos, hacia la Gloria.